domingo, 11 de septiembre de 2011

En resumidas cuentas...

El hecho de haber realizado un viaje tan largo sin llevarse consigo mismo lecciones de vida, experiencias de culturas diferentes sería tan absurdo como no reconocer que al otro lado del mundo la "cultura" en todos los niveles posibles de esta palabra es diferente y con otro nivel, reconocer que Latinoamérica está muy atrasada en muchas cosas no está mal mientras se reconozca que tanto avance ha llevado a perder calidad humana en los países de oriente, una perdida que difícilmente se pueda recuperar, cuando nosotros lleguemos a esa instancia, ellos ya serán robots.

Lo últimos días en Singapur fueron dedicados a conocer parte de lo que nos hacía falta y que alcanzábamos a visitar, entre esos planes uno de los más simples y quizás light de todo el paseo, las visitas al parque de Universal Studios y al Acuario. El primero no era más que una replica del paque ubicado en Orlando al que ya habíamos ido en repetidas ocasiones, con sus variaciones lógicamente, 2 montañas rusas sensacionales, un par de espectáculos en 3d y 4D de Shrek, un par de simuladores entre esos el de la momia y la atracción que no podía faltar de Jurassic Park en la que el agua se vuelva parte de uno.

El acuario por su lado, algo chico, con solo algunos animales extraños entre estos, unos cangrejos gigantescos y unas medusas diminutas; por comparar poco, el acuario permite alimentar a tiburones, tocar a las mantarrayas y ver un show con delfines rosados y focas que juegan con pelotas. 

Estando totalmente solos en Singapur, teníamos varias misiones que cumplir, entre esas una excelente administración del dinero, comer bien, comprar los regalos pertinentes y con el resto disfrutar, volvimos una vez más a Food Republic a comer nuestra sopa rara y al sushi express donde esta vez la cuenta superó al doble el valor de la vez anterior, una pila de 24 platos completamos en la mesa, lo cual quería decir que habíamos consumido más o menos 48 porciones de sushi entre los dos, una delicia total que sumo 50 dólares en la cuenta, barato para ser tan rico.

Del sushi express siempre nos pareció graciosa la manera en la que la chef, que estaba en la mitad del restaurante entre la barra giratoria de sushi, cada vez que alguien entraba decía con voz fuerte: Irasshaimase, que significa bienvenido en japonés cuando uno entra a un negocio, era curioso verla gritar cada que entraba alguna persona a comer.

Las compras y demás regalos no se hicieron esperar y aprovechando que estuvimos en el china town de nuevo, comimos el anhelado y exquisito Black Pepper Crab, es decir cangrejo en pimienta negra, una delicia para comer con las manos y chuparse los dedos y lo digo literalmente, el cangrejo es para comer con la mano sin duda alguna y no hay manera de no ensuciarse en su totalidad debido a todo el tema de las pinzas de tener que quebrarle las patas y sacar de lo más profundo s deliciosa carne.

El conteo regresivo comenzaba, ya tomábamos menos fotos y vídeos, así que teníamos menos sentido ocupados en el registro y más en disfrutar de otra manera, salíamos desde temprano y cualquier tema de conversación era interesante, polémico y por tanto de extenderse a muchas horas de charla y llegando a la misma conclusión, tanto él como yo teníamos razón, la verdad absoluta no existe, solo posiciones que se encuentran, así funciona la vida, la política, la sociedad, la academia por eso hay gente que escribe libros y quienes los detractan.

El día llegó, temprano al aeropuerto y los problemas conmigo no podían faltar, algo con la reserva de regreso, 40 minutos perdidos, a las sala de abordaje, horas después y sin haber comido nada en el avión y tras un incómodo dormir en el avión llegamos a Tokyo, allí llegó el momento de la despedida y hasta un próximo viaje; siguiente parada San Francisco, California en los Estados Unidos donde con una hora de conexión y teniendo que rehacer check in en la aerolínea, como era de esperarse perdí el vuelo, debí pasar la noche en San francisco, conocer el Golden Gate, descansar tratar de acomodarme en horari, despertar temprano rumbo a Washington para finalmente estar en Buenos Aires.

Y así finalizó la travesía, que me costó muchos dolores de cabeza y sin duda alguna un gran paso en mi madurez como persona y en experiencia como viajero, las imágenes cuentan la historia del viaje, ese es el paso siguiente, armar un compilado de imágenes de video y fotos y hacer un dvd con la experiencia del viaje tal como se hizo con el viaje de Egipto.