UNA NOCHE MÁS
Aún recuerdo lo que me dijiste anoche; querías que te tocara, te besara, te oliera y te mirara, y de forma increíble que te imaginara, pero si ahí estabas ¿para qué imaginarte?, solo tengo un dibujo en mi mente de ti, ese dibujo de una belleza convertida en realidad, solo tengo una realidad, la vida que vivo contigo y contigo solo deseo estar.
Y ahí estábamos muy juntos, no necesitábamos abrir la boca para
hablar, un silencio total inundaba ese pequeño espacio y aunque afuera en la calle las personas gritaban pensando que el mundo se iba a acabar porque veían llegar el diluvio universal con cada gota que mojaba sus rostros y los tejados de las casas donde ni los gatos tranquilos podían estar.
Nosotros no escuchábamos nada y era tanta la oscuridad que parecía la luz al final del túnel, tan intenso que no dejaba ver ni más allá ni tampoco distinguir que pasaba alrededor mismo, las manecillas del reloj no se habían detenido, simplemente todo pasaba como en cámara lenta, no era un momento para apresurarse, eran tiempos de calma, ni siquiera nos preocupábamos por saber si era de día o de noche, ni si el mundo aún existía o si quizás estábamos muertos y no nos habíamos dado cuenta, no era como una fantasía, porque estas casi nunca se cumplen, era quizás un sueño, pero si mal no recuerdo ya había dicho que era una realidad, un espacio temporal, mientras sentía la textura de tú hermosa piel que no había demorado en calentarse tan pronto se acerco a mi, un momento especial en el que no debíamos pensar, solo actuar.
Tus pies se retorcían y yo al mismo tiempo los sentía, era una suavidad impresionante una fuerza segura de atracción que no dejaba de existir ni siquiera en ese lugar ni en ese segundo, no me sentía morir, sentía que vivía cada vez más lejos, como si estuviera en el cielo, en un paraíso oscuro y por alguna razón algo terrenal, aunque por la temperatura que me rozaba, parecía el infierno y para ese instante era claro que la tentación eras tú y puesta en bandeja de plata. Amar y desear no es pecado, lo bueno de hecho no lo era y abismalmente sabíamos que no era el diablo el que nos llevaba a juntarnos tan cerca uno del otro, no era un hombre vestido de rojo con cachos quien nos miraba, porque ni nosotros nos veíamos.
Tus piernas, que siempre me han inspirado fortaleza y aquellas bases con las que te has logrado sostener pese a las adversidades, ahora estaban extendidas sobre el lecho de nuestro idilio, te sentías flotar y para que moverte, para que acercarte más, no se podía, era imposible estar en un punto de relajación más alto que el de ese momento en que nuestros corazones estaban latiendo cada vez mas fuerte, parecían competir en velocidad y nuestro cerebro en nada pensaba, no eran olores, ni colores, sensaciones y quizás sabores imaginables e imprescindibles mas no predecibles, era extraño estar ahí, era extraño querer sentir y querer pensar.
Por un momento contuve la respiración, una zona de tu ser que no era prohibida, me había hecho sobresaltar, era especial y todo lo podía palpar con los ojos cerrados y apenas con un roce algo lateral, a mi cerebro llegaban estímulos y respuestas desconocidos y sin pronunciar ninguna palabra, tampoco un suspiro era permitido, era como confesarnos mutuamente, entregarnos en alma y cuerpo.
La cintura, esbelta como siempre, el pecho algo para lo que quizás no habían palabras y aunque no lo veía, creía sentirlo sobre el mío, me sentía algo asfixiado y quizás era más el calor combinado con el intenso sudor lo que nos hacía seguir pegados el uno al otro sin invadir el espacio contrario, todo era una tras temporalidad, la lluvia de afuera que durante todo este tiempo no había escuchado pues, eran meras gotas que resbalaban, creía que se había detenido, no era que todo volviera a la normalidad simplemente había llegado a tu cuello, fino como siempre, suave y no inerte que me permitía ahora comenzar a desbocarme hacia la belleza que los espejos de tu habitación ven todos los días al despertar, ese rostro puro, sincero y leal que se mira día tras día con expectativas de grandeza que no eran irracionales, son simplemente gigantescas metas que en tus ojos se ven cada vez que tu mirada ve hacia el horizonte esperando un mañana de triunfos con grandes ambiciones entre la vida y la grandeza de tu humanidad.
Las sábanas se habían mezclado entre nuestros cuerpos y ahora si pude tener un pensamiento diferente a lo que sucedía entre nosotros dos, pensé en flotar, me sentía realmente despegado del colchón, del mundo, incluso del planeta tierra, era como estar entrando en otra dimensión, toda esa pureza entre nuestras almas, era un estimulo para nuestro cuerpo y cada cosa que sucedía desaparecía al instante en nuestros sentidos.
Pudieron sonar edificios derrumbándose, gritos de personas huyendo, las gotas de lluvia y el rocío del alba, pero quizás nosotros habíamos sobrepasado la barrera del sonido, no escuchábamos absolutamente nada, ni siquiera nuestra respiración que para ese entonces estaba contenida en el inicio de un suspiro que aún no lograba terminar y sumergidos en una profunda oscuridad que ni por mas que abriéramos los ojos podríamos lograr detectar el paso de un destello opaco, nada era posible, el roce era leve y ese si me atrevería a decir que era imaginario, no había movimiento alguno ni de nosotros, ni del mundo, que seguía gobernado por personas inescrupulosas, con pobre y con ricos, con muerto y con vivos, con cementerios más llenos que los mismos buses de servicio público, con sordomudos, ciegos y lisiados, con los que se oponían y los que aún peor se homogenizaban a aquellos que atraían la atención desde diferentes actos irreverentes y malsanos que viven del dinero de los demás gracias a la eficacia de la imaginación que los hacía vender más y más, engañar cada vez a más individuos. Todo seguía igual a excepción de nosotros, algo raro había ocurrido y ni un minuto había sucedido, me sentía mejor que antes y mas enamorado, con el corazón a punto de romper en llanto por el tanto amor que me estabas demostrando.
Era el final, logre apartarme de ti y recuerdo entonces que te agradecí por ese instante, atreviéndome a pronunciar de nuevo alguna palabra no se si recuerdas que dije, Gracias Amor, muchas gracias por este beso.
Aún recuerdo lo que me dijiste anoche; querías que te tocara, te besara, te oliera y te mirara, y de forma increíble que te imaginara, pero si ahí estabas ¿para qué imaginarte?, solo tengo un dibujo en mi mente de ti, ese dibujo de una belleza convertida en realidad, solo tengo una realidad, la vida que vivo contigo y contigo solo deseo estar.
Y ahí estábamos muy juntos, no necesitábamos abrir la boca para

Nosotros no escuchábamos nada y era tanta la oscuridad que parecía la luz al final del túnel, tan intenso que no dejaba ver ni más allá ni tampoco distinguir que pasaba alrededor mismo, las manecillas del reloj no se habían detenido, simplemente todo pasaba como en cámara lenta, no era un momento para apresurarse, eran tiempos de calma, ni siquiera nos preocupábamos por saber si era de día o de noche, ni si el mundo aún existía o si quizás estábamos muertos y no nos habíamos dado cuenta, no era como una fantasía, porque estas casi nunca se cumplen, era quizás un sueño, pero si mal no recuerdo ya había dicho que era una realidad, un espacio temporal, mientras sentía la textura de tú hermosa piel que no había demorado en calentarse tan pronto se acerco a mi, un momento especial en el que no debíamos pensar, solo actuar.
Tus pies se retorcían y yo al mismo tiempo los sentía, era una suavidad impresionante una fuerza segura de atracción que no dejaba de existir ni siquiera en ese lugar ni en ese segundo, no me sentía morir, sentía que vivía cada vez más lejos, como si estuviera en el cielo, en un paraíso oscuro y por alguna razón algo terrenal, aunque por la temperatura que me rozaba, parecía el infierno y para ese instante era claro que la tentación eras tú y puesta en bandeja de plata. Amar y desear no es pecado, lo bueno de hecho no lo era y abismalmente sabíamos que no era el diablo el que nos llevaba a juntarnos tan cerca uno del otro, no era un hombre vestido de rojo con cachos quien nos miraba, porque ni nosotros nos veíamos.
Tus piernas, que siempre me han inspirado fortaleza y aquellas bases con las que te has logrado sostener pese a las adversidades, ahora estaban extendidas sobre el lecho de nuestro idilio, te sentías flotar y para que moverte, para que acercarte más, no se podía, era imposible estar en un punto de relajación más alto que el de ese momento en que nuestros corazones estaban latiendo cada vez mas fuerte, parecían competir en velocidad y nuestro cerebro en nada pensaba, no eran olores, ni colores, sensaciones y quizás sabores imaginables e imprescindibles mas no predecibles, era extraño estar ahí, era extraño querer sentir y querer pensar.
Por un momento contuve la respiración, una zona de tu ser que no era prohibida, me había hecho sobresaltar, era especial y todo lo podía palpar con los ojos cerrados y apenas con un roce algo lateral, a mi cerebro llegaban estímulos y respuestas desconocidos y sin pronunciar ninguna palabra, tampoco un suspiro era permitido, era como confesarnos mutuamente, entregarnos en alma y cuerpo.
La cintura, esbelta como siempre, el pecho algo para lo que quizás no habían palabras y aunque no lo veía, creía sentirlo sobre el mío, me sentía algo asfixiado y quizás era más el calor combinado con el intenso sudor lo que nos hacía seguir pegados el uno al otro sin invadir el espacio contrario, todo era una tras temporalidad, la lluvia de afuera que durante todo este tiempo no había escuchado pues, eran meras gotas que resbalaban, creía que se había detenido, no era que todo volviera a la normalidad simplemente había llegado a tu cuello, fino como siempre, suave y no inerte que me permitía ahora comenzar a desbocarme hacia la belleza que los espejos de tu habitación ven todos los días al despertar, ese rostro puro, sincero y leal que se mira día tras día con expectativas de grandeza que no eran irracionales, son simplemente gigantescas metas que en tus ojos se ven cada vez que tu mirada ve hacia el horizonte esperando un mañana de triunfos con grandes ambiciones entre la vida y la grandeza de tu humanidad.
Las sábanas se habían mezclado entre nuestros cuerpos y ahora si pude tener un pensamiento diferente a lo que sucedía entre nosotros dos, pensé en flotar, me sentía realmente despegado del colchón, del mundo, incluso del planeta tierra, era como estar entrando en otra dimensión, toda esa pureza entre nuestras almas, era un estimulo para nuestro cuerpo y cada cosa que sucedía desaparecía al instante en nuestros sentidos.
Pudieron sonar edificios derrumbándose, gritos de personas huyendo, las gotas de lluvia y el rocío del alba, pero quizás nosotros habíamos sobrepasado la barrera del sonido, no escuchábamos absolutamente nada, ni siquiera nuestra respiración que para ese entonces estaba contenida en el inicio de un suspiro que aún no lograba terminar y sumergidos en una profunda oscuridad que ni por mas que abriéramos los ojos podríamos lograr detectar el paso de un destello opaco, nada era posible, el roce era leve y ese si me atrevería a decir que era imaginario, no había movimiento alguno ni de nosotros, ni del mundo, que seguía gobernado por personas inescrupulosas, con pobre y con ricos, con muerto y con vivos, con cementerios más llenos que los mismos buses de servicio público, con sordomudos, ciegos y lisiados, con los que se oponían y los que aún peor se homogenizaban a aquellos que atraían la atención desde diferentes actos irreverentes y malsanos que viven del dinero de los demás gracias a la eficacia de la imaginación que los hacía vender más y más, engañar cada vez a más individuos. Todo seguía igual a excepción de nosotros, algo raro había ocurrido y ni un minuto había sucedido, me sentía mejor que antes y mas enamorado, con el corazón a punto de romper en llanto por el tanto amor que me estabas demostrando.
Era el final, logre apartarme de ti y recuerdo entonces que te agradecí por ese instante, atreviéndome a pronunciar de nuevo alguna palabra no se si recuerdas que dije, Gracias Amor, muchas gracias por este beso.
CONTINUARÁ...
3 comentarios:
Vivencias profundas, experiencias intensas... Todavia me pregunto si para muchos de nosotros dejaran de ser algun dia una utopia... La creatividad literaria es interesante, sobre todo cuando surge de bellos acontecimientos
Bueno y... cuando podre volver a leer algo interesante ? Hay algunos lectores llenos de expectativas.
no dejas nada a la fantasia...eres muy directo en los relatos...es una narracion lo que yo veo desde el punto de vista literario. Se puede pulir mucho mas. Como experiencia y viviencia personal lo comentare personalmente. Como ejemplo literario es un buen comienzo, el manejo del vocabulario es interesante..me gusta.
Publicar un comentario