
Nuestro día 5 en Singapore tendrá una de las paradas más interesante por la mayoría de turistas de todo el mundo, el "Night Safari" y ahora que lo pienso después de haber estado allí, es en el lugar en el que más turistas he visto, en este predominó el idioma Inglés y el Mandarín quedó de lado, aunque debo aceptar que par mí todos los asiáticos son idénticos y por esto no podría definir que idioma hablan. Averiguando sobre como diferenciar a un japonés de un chino, la diferencia más cercana de la que se habla es la de la terminación de los ojos, los de los japoneses tienen una terminación hacia abajo y la de los chinos hacia arriba, interesante pero difícil de ver, aún tengo 10 días más para lograr averiguarlo.
Siguiendo con el tema con el que comencé, el safari de noche s podría resumir en una visita al zoológico pero no coo está uno acostumbrado a hacerlo, incluso es impresionante que los animales, como el león por ejemplo, algunos osos e incluso los leopardos (siendo estos animales peligrosos) no estaban encerrado en ninguna reja ni tenían ningún tipo de protección, en cualquier momento podían saltar y atacarnos, sin embargo, se dejaron admirar en todo su esplendor sin sobresaltarse por la presencia de tantas personas.
La primera de las advertencia fue, la de apagar el flash de las cámaras de fotografías, pues esto, si bien lograría sacar una muy buena foto, iba a perturbar la tranquilidad de los animales y con tantas cámaras apuntando al mismo sitio a la vez, podían causar que estos reaccionaran bajo su instinto animal, lo cual no hubiera sido conveniente para nadie, todo esto hizo que si bien la cámara no capto muy bien a los animales, se convirtiera en una experiencia propia impidiendo en esta ocasión contarle al mundo por medio de las redes sociales y este blog, como es un safari de noche en Singapur.

Animales incluso inexistentes para mí hasta el momento en que los vi, algunos de lejos, otros dormidos y por supuesto algunos que en sus rostros me dejaban ver que se notaban confundidos por tantas personas mirándolos y tomándoles fotos, por más que no entiendas y puedan ya estar acostumbrados, se notan confundidos ante la mirada de las personas, que admiran las fantásticas creaciones animales, que además sin ninguna seguridad ni protección podrían saltar y comernos, convirtiéndose en un verdadero riesgo atractivo del recorrido, sin contar con la jaula de los murciélagos gigantes, en la que estos animales colgaban de las ramas de los arboles donde les habían colocado fruta para que comieran, con unas alas impresionantes, encima de nosotros y a centímetros podíamos ver como desplegaban sus inmensas alas, otros pasaban muy cerca de nosotros volando a la vez que oíamos sus chillidos en diferentes partes, impresionante o no fue un contacto extremo con la naturaleza, una experiencia que nadie puede dejar de hacer cuando visita Singapur.
1 comentario:
ES COMO TODO PARA ALGUNAS PERSONAS ES COTIDIANO LO QUE VIVEN DÍA A DÍA Y PARA OTRAS ES ALGO EXTRAORDINARIO PERO CADA VEZ QUE VIVES ESAS COSAS CREES EN PERSONAL Y ESPIRITUAL
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