domingo, 11 de septiembre de 2011

En resumidas cuentas...

El hecho de haber realizado un viaje tan largo sin llevarse consigo mismo lecciones de vida, experiencias de culturas diferentes sería tan absurdo como no reconocer que al otro lado del mundo la "cultura" en todos los niveles posibles de esta palabra es diferente y con otro nivel, reconocer que Latinoamérica está muy atrasada en muchas cosas no está mal mientras se reconozca que tanto avance ha llevado a perder calidad humana en los países de oriente, una perdida que difícilmente se pueda recuperar, cuando nosotros lleguemos a esa instancia, ellos ya serán robots.

Lo últimos días en Singapur fueron dedicados a conocer parte de lo que nos hacía falta y que alcanzábamos a visitar, entre esos planes uno de los más simples y quizás light de todo el paseo, las visitas al parque de Universal Studios y al Acuario. El primero no era más que una replica del paque ubicado en Orlando al que ya habíamos ido en repetidas ocasiones, con sus variaciones lógicamente, 2 montañas rusas sensacionales, un par de espectáculos en 3d y 4D de Shrek, un par de simuladores entre esos el de la momia y la atracción que no podía faltar de Jurassic Park en la que el agua se vuelva parte de uno.

El acuario por su lado, algo chico, con solo algunos animales extraños entre estos, unos cangrejos gigantescos y unas medusas diminutas; por comparar poco, el acuario permite alimentar a tiburones, tocar a las mantarrayas y ver un show con delfines rosados y focas que juegan con pelotas. 

Estando totalmente solos en Singapur, teníamos varias misiones que cumplir, entre esas una excelente administración del dinero, comer bien, comprar los regalos pertinentes y con el resto disfrutar, volvimos una vez más a Food Republic a comer nuestra sopa rara y al sushi express donde esta vez la cuenta superó al doble el valor de la vez anterior, una pila de 24 platos completamos en la mesa, lo cual quería decir que habíamos consumido más o menos 48 porciones de sushi entre los dos, una delicia total que sumo 50 dólares en la cuenta, barato para ser tan rico.

Del sushi express siempre nos pareció graciosa la manera en la que la chef, que estaba en la mitad del restaurante entre la barra giratoria de sushi, cada vez que alguien entraba decía con voz fuerte: Irasshaimase, que significa bienvenido en japonés cuando uno entra a un negocio, era curioso verla gritar cada que entraba alguna persona a comer.

Las compras y demás regalos no se hicieron esperar y aprovechando que estuvimos en el china town de nuevo, comimos el anhelado y exquisito Black Pepper Crab, es decir cangrejo en pimienta negra, una delicia para comer con las manos y chuparse los dedos y lo digo literalmente, el cangrejo es para comer con la mano sin duda alguna y no hay manera de no ensuciarse en su totalidad debido a todo el tema de las pinzas de tener que quebrarle las patas y sacar de lo más profundo s deliciosa carne.

El conteo regresivo comenzaba, ya tomábamos menos fotos y vídeos, así que teníamos menos sentido ocupados en el registro y más en disfrutar de otra manera, salíamos desde temprano y cualquier tema de conversación era interesante, polémico y por tanto de extenderse a muchas horas de charla y llegando a la misma conclusión, tanto él como yo teníamos razón, la verdad absoluta no existe, solo posiciones que se encuentran, así funciona la vida, la política, la sociedad, la academia por eso hay gente que escribe libros y quienes los detractan.

El día llegó, temprano al aeropuerto y los problemas conmigo no podían faltar, algo con la reserva de regreso, 40 minutos perdidos, a las sala de abordaje, horas después y sin haber comido nada en el avión y tras un incómodo dormir en el avión llegamos a Tokyo, allí llegó el momento de la despedida y hasta un próximo viaje; siguiente parada San Francisco, California en los Estados Unidos donde con una hora de conexión y teniendo que rehacer check in en la aerolínea, como era de esperarse perdí el vuelo, debí pasar la noche en San francisco, conocer el Golden Gate, descansar tratar de acomodarme en horari, despertar temprano rumbo a Washington para finalmente estar en Buenos Aires.

Y así finalizó la travesía, que me costó muchos dolores de cabeza y sin duda alguna un gran paso en mi madurez como persona y en experiencia como viajero, las imágenes cuentan la historia del viaje, ese es el paso siguiente, armar un compilado de imágenes de video y fotos y hacer un dvd con la experiencia del viaje tal como se hizo con el viaje de Egipto.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Malasia, ¿Cielo o Infierno?

A la hora de catalogar un país dentro de algún grupo que nos haga pensar que tiene ciertas características parecidas o diferentes a la realidad que vivimos, lo que uno nunca imagina es tener que meter un país dentro de una categoría de divinidad o abominación. 

Debo aceptar que cuando uno hace las cosas, sin importar lo que sea, asume las consecuencias que estas traigan, sin embargo, es increíble que una serie de eventos desafortunados pasen uno tras otro como obra del bajísimo. La pesadilla comenzó cuando olvidamos leer la visa que nos otorgaron las autoridades de Malasia en la que aparecía una acotación en la que se menciona que la visa es valida solo para entrar por vía aérea; en este punto aparece el primer error, la compra de dos tiquetes de bus, colectivo, flota o como se le quiera llamar.

Al llegar por primera vez en mi vida a una oficina de inmigración por tierra para poder pasar a Malasia, un idioma desconocido surgía entre dos de los oficiales de inmigración, acto seguido e Inglés no dicen que no nos pueden dejar pasar mientras señalan la consigna antes mencionada por mí en esta entrada, minutos después otra agente de inmigración con la cabeza cubierta, lo cual me revelo que era musulmán, me dice en un tono fuerte de voz que no es posible pasar y que no hay nada que hacer; nuestros pasaportes aún sin regresar a nuestras manos pasan a un tercer oficial que nos pide que lo sigamos, un recorrido largo y eterno, ya me sentía como deportado, después de pasar por diferentes caminos llegamos a una oficina donde nos hacen esperar otros 20 minutos, en realidad no recuerdo cuanto y nuestros pasaportes salen con una carta que explica el rechazo de entrada; arriba de un bus nos devuelven a Singapur, donde ya se ha informado la situación y allí también nos reseñan, toman huellas y demás. Seguro que hubieramos sido delincuentes, terroristas o algo similar y nos dejan pasar fácil, pero como solo estábamos de vacaciones, todo tenía que verse como parte del paseo.

El viaje parecía frustrado, pero por suerte para nosotros, no fue así, por lo cual decidimos comprar un tiquete aéreo y pasar como lo autorizaban en la visa, para ese día no sería, pero si para el siguiente, una noche más sin dormir por miedo a no despertarme y perder ya no el bus sino esta vez el avión.

Habiendo quedado reseñados en la inmigración de Malasia nos demoraron nuevamente en el aeropuerto del vecino país, sin embargo después de unos minutos pudimos pasar, por fin en Kuala Lumpur, próximo a recorrer los pasos de Sean Conery y Catherine Z Jones en la película "La emboscada" de 1999, una de mis películas favoritas del mundo y por tanto Kuala Lumpur una ciudad en la que siempre quise estar.

Radicalmente diferente de Singapur, donde no hay un acceso directo a la cultura pues un gran porcentaje de la población dedica todo su tiempo a la tecnología ensimismándose en su mundo sin percibir lo que a su alrededor sucede, Kuala Lumpur daba miedo de la cantidad de gente, mercados y las no tan bonitas calles, sectores y medios de transporte, sin embargo, nos ayudaba la tranquilidad de saber que en estos países de oriente las ciudades por suerte son seguras o al menos más seguras que las de los países latinoamericanos en la que el deseo mimético se ha convertido la principal razón para quitarle a los demás lo que poseen.

Sin embargo, ya habíamos adquirido la costumbre de ver un metro extremadamente nuevo y limpio, como recién estrenándose, calles con gente caminando de una lado a otro, carros nuevos y muy bien cuidados a pasar a un metro no tan bonito, que se le notan los años, esos mismo años que no les pasan a las torres petronas, que desde el momento en que las vi, recordé aquella película, de mis favoritas por cierto, en la que Sean Conery y Catherine Z Jones roban un banco que supuestamente queda en el último piso de las torres y les toca escapar colgando del puente que las une en el piso 40 y que finalmente salen con vida, recordé también que desde el momento en que vi esa película y cada vez que la volvía a ver, se hacía más ferviente mi deseo por estar cerca y finalmente lo estuve; el tour guiado hasta el puente situado en el piso 40 donde se puede admirar Kuala Lumpur desde varios costados y apreciar la inmensidad de las torres a lado y lado no es nada comparado con algo antes admirado por mis ojos. Definitivamente son edificios imponentes que develan la importancia de Malasia en oriente, sin olvidar claro que el diseño de estas fue concebido por el Argentino César Pelli cosa que me pareció paradójico estando viviendo yo en buenos aires.

Luego de la visita obligada a las torres fue necesaria la visita al barrio chino, este sin envidiarle nada al de Singapore aunque con más comerciantes que comienzan las ofertas en cifras incalculables para sus artículos chinos de producción en serie que en realidad negociando un poco salen por menos de la mitad de lo inicialmente pedido, cosas que parecen de marca, pero no lo son, excelentes imitaciones de los originales y mas extranjeros que de costumbre, incluso me doy cuenta que muchas personas extranjeras que he visto en Singapore han llegado hasta Kuala Lumpur como siguiéndonos, los distingo porque además de parecer extranjeros, dos de ellos llevan el cabello rubio de la misma manera amarrado en la cabeza y usan gafas de sol con colores algo llamativos, otro de ellos tiene un pie lastimado, de seguro ellos nos han visto a nosotros también merodeando los sitios turísticos a la par, no es una suerte que la gente que tiene la posibilidad de viajar a esta parte del mundo tenga como objetivo el mismo recorrido que nosotros hemos realizado.

3 días en Kuala Lumpur no son suficientes para logger introducers comma quisiera en la culture, es tempo ahoy de un temple hindú impresionante desde la entrada, bat caves es el hombre del sitio, que no es más que una cueva gigantesca ubicada en una montaña, precedida por más de 200 escalones, a lo largo de los cuales, unos audaces micos intentan aprovechar el descuido de las personas y raparles lo poco que lleven de comida, luego de las escaleras, se ingresa a este complejo de cuevas que es uno de los templos hindus (situados fuera de india) más populares. Olor a incienso, fuego en el suelo, hindus en distintos lugares pidiendo a sus dioses, paredes llenas de colores distintos como ya es costumbre en esta cultura. Luego el tour seguiría a la fábrica de peltre donde pudimos ver el proceso de este material para convertirse en vasos, cucharas y objetos decorativos; el turno seguía para la fabrica de chocolates, el más famoso de todos, el de Tiramisu, luego la fábrica de Batik, donde unos verdaderos artistas hacían diseños con pintura sobre tela que serían convertidos en vestidos, pañoletas y otros accesorios para dar un toque especial a la belleza de las mujeres, de regreso en el hotel, check out y el resto de tiempo libre para poder conocer algo más.

Abrimos el mapa, un templo budista, cerca a la estación más cercan al aeropuerto, se nos presenta como favorito, iniciamos el recorrido con maletas a la espalda, seguimos las indicaciones del mapa y luego de un hombre asiático que nos indica hacia donde está el lugar. 3 de la tarde, el sol en lo alto del cielo azul, caminamos, caminamos y seguimos caminando por más de 40 minutos, por el borde de una carretera, nos cruzamos con un cementerio chino a lado y lado de la vía y nuestros cuerpos transpiraron más de lo normal, después de tiempo, vemos por fin una persona que nos dice que vamos en dirección contraria y que nos ofrece llevarnos en su moto hasta un lugar cercano al templo al que pretendemos llegar que según parece queda en una montaña, bajamos de la moto y emprendemos nuevo camino hacia lo alto y finalmente llegamos, quizás el más grande que podamos ver en este viaje, un templo budista, uno d ellos más recientes en la zona y que está siendo pintado, en la entrada los inciensos y adentro las gigantescas estatuas de los budas, valió la pena subir, una maravilla algo escondida y que no se presenta como un atractivo relevante pero que sí lo es.

Malasia nos deja con un sabor agridulce, una excelente cultura, Kuala Lumpur una belleza incomparable, con las autoridades el sabor agrio de la visita pero que finalmente como dicen por ahí, todo es parte del paseo.  

martes, 2 de agosto de 2011

UNA CERCA A LA OTRA

Singapur es un isla y pegada a esta la isla turística de sentosa, con 500 hectáreas y que es visitada por miles de personas al día, esto se podía apreciar en el metro riel que lo lleva a uno hasta el sitio, entre las atracciones que están para escoger se encuentra el recientemente abierto parque Universal Studios, las playas, clubes, restaurantes y bares.


Si uno quisiera hablar de un sitio más exclusivo que Singapur que el mismo Singapur, es la isla de Sentosa, donde la mayoría de los extranjeros aprovechan el sol en las hermosas playas, tomando un café en el famoso "Cafe del Mar"o sorfiando en la ola gigante del restaurante contiguo, sea como sea, uno de los sitios más concurridos y costosos de esta zon del mundo.

Pronto volveremos a conocer rincones diferentes de Sentosa y a terminar nuetra estadia en Singapur, por ahora me voy a dormir, mañana partimos hacia Malasia, a conocer la torres petronas en Kuala Lumpur.

BUGIS

Completándose el día 8 de la estadía en Singapur, las salidas necesarias comienzan a realizarse, las compras de regalos no van a dar espera y los encargos menos. Después de un almuerzo muy árabe en compañía de mi padre, nos fuimos haca la calle Bugis, una calle muy peculiar en uno de sus tramos, los olores comienzan a sentirse desde lejos y el sonido invade poco a poco los oídos de todos; aparte del calor impresionante se comienza a ver multitud de gente que vine y va de un lado a otro de un mercado que llaman "Bugis Street"

En este mercado se encuentra de todo y con precios bajos, desde los típicos jugos de durian, del cual su olor es bastante penetrante, hasta camisetas, gorras, pantalones, zapatos y demás entre una cantidad considerable de gente que va de lado a lado, comprando, bebiendo jugos, hablando mientras suena de fondo música electrónica en algún idioma raro de esta parte del mundo.

Luego de esta calle fuimos hacia un edificio donde usualmente se encuentran sacerdotes budistas y ante los cuales la gente se arrodilla a que los bendigan. En la entrada de este popular edificio una escultura de un buda en oro nos dio la bienvenida, poco a poco, persona tras persona antes de ingresar al edificio, pasaba tocaba al gran buda de oro, en la cabeza, las orejas y por supuesto en la barriga, no hubo una sola persona que no hiciera esto y era como ver llegar personas a un sitio donde les profesaban buena fe.

Luego a uno de los edificios de tecnología más grandes, donde se encuentra de todo, todas las marcas, los accesorios posibles para todos los aparatos tecnológicos que agobian nuestra vida hoy día, aunque finalmente este resulto siendo un sitio donde los vendedores quieren vender al costo que sea, pero vender, entre más rebajan piensan que uno va  a comprar inmediatamente y más, cuando uno solo está averiguando para mirar si en realidad vale la pena comprar, pero bueno, superado los obstáculos decidimos devolvernos admirando cada detalle del país en el que seguiremos por al menos una semana más y que tiene mucho por descubrir.
 

lunes, 1 de agosto de 2011

CUADRAS SORPREDENTES

Aunque las cosas por conocer son seguramente muchas, los días comienzan a bajar su intensidad, ya no son novedad los gigantescos edificios con formas diferentes, ni la cantidad de asiáticos con acentos diferentes de china y japon, tampoco los indios ni los indonesios, mucho menos pasa desapercibida la belleza de las mujeres de filipinas, ahora hay tiempo para admirar y disfrutar del ambiente de una manera más interna, mezclarse entre la gente resulta agradable porque el extranjero es uno, en un 99 por ciento seguro que nadie entiende español, así que resulta gracioso hablar de la gente sin que lo entiendan, así harán ellos con uno, sin duda alguna.

On tantas fotos que hemos sacado, el facebook se llena poco a poco y la gente da un viaje virtual por los lugares que yo he visitado, el twitter ha estado descuidado, pero aún así se me ocurren cosas que publicar como por ejemplo, pensar en que así como las personas aparecen en las fotos que uno toma, en cuántas fotos de los demás aparecerá uno y jamás lo sabrá, cuántas de estas serán subidas a internet.

Caminando por una avenida llena de centros comerciales, nos rodeamos de las mejores marcas y resultaron siendo más costosas de lo acordado, luego un paseo por un sitio al que fácilmente se puede comparar con Puerto Madero en Buenos Aires, el nombre del sitio Clarke Quay, cerca al río, restaurantes de todo tipo a lado y lado, ambiente de tranquilidad, de amigos de un vino o una cerveza con un buen plato de comida.

Decidimos así comer en un restaurante español, una paella valenciana con un botella de vino marquéz de cáceres a la orilla del rio, mientras el sol se ocultaba y las luces de colores se encendían para poner algo de belleza artificial a lo natural del ambiente que por momentos era inspirador de emociones y mils sentidos.

Estamos comenzando a ver la otra cara de Singapur, la que no es glamurosa ni avanzada, la que nos permite disfrutar.  

DE REPENTE, EN CHINA

Amaneció el sexto día en Singapur con la firme idea de hacer una visita obligada al popular "chinatown" o barrio chino que en muchos países del mundo existe y que resulta peculiar a la hora de ir a conocer y pasar de repente, de estar en Singapur, a estar en un lugar totalmente chino.

Para nadie es un secreto que los chinos, han comenzado a propagarse por el mundo de una manera considerable y en países como Singapur se han establecido y mezclado entre las diferentes razas asiáticas que abundan acá, entre una mezcla de idiomas y ojos rasgados en los que su belleza rara y exótica predomina, sin embargo como era bien conocido ya por mí del barrio chino bonaerense, este no se distanciaba mucho, más que en que aquí por la gran cercanía con su país, los chinos dentro de su barrio, aparte de todo el comercio en serie de lo que comúnmente se llaman productos chinos, algo innovadores y raros, tienen un templo budista gigantesco y hermoso, donde acuden a rezar.

Este templo es impresionante, a la entrada se podían observar varias personas que tomaban un incienso en sus manos, miraban hacia adentro del templo, luego inclinaban sus cuerpos varias veces con el incienso aún en las manos y luego lo ponían sobre un soporte redondo que había a la entrada, donde ya habían muchos más de estos para luego proceder al templo a ver y rezar ante las diferentes figurillas en diferentes posiciones de los budas con diferentes posiciones cada una las cuales simbolizaban distintas cosas, prosperidad, tranquilidad, amor, salud, entre otras. Adentro el templo estaba rodeado de solo estatuillas, de pared a pared y de techo a piso, en la parte frontal tres gigantescas y frente a estas mesas y sillas donde se sientas las personas a rezar, sitio al cual no teníamos acceso, por supuesto por respeto, sin embargo, lo que se lograba apreciar era una encuentro consigo mismo de todas las personas que se encontraban allí rezando; tranquilidad, paz, calma y silencio que era interrumpida por momento por los turistas que subían el tono de voz, o inlcuso el sonido y la luz del flash de las cámaras, aunque nada de esto hacía que la religiosidad y devoción del lugar se perdiera del todo, llegó a ser uno de los sitios más curiosos vistos por mí en este barrio chino.

Cada día que pasa, la cultura asiática se va revelando como una cultura devota y creyente, tranquila, en cierta medida que se aliena gracias a la irrupción de la tecnología, siendo esta última la más presente en las nuevas generaciones a las cuales les es fácil el acceso a maquinaria tecnológica de todo tipo.

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domingo, 31 de julio de 2011

UN SAFARI DE NOCHE

Nuestro día 5 en Singapore tendrá una de las paradas más interesante por la mayoría de turistas de todo el mundo, el "Night Safari" y ahora que lo pienso después de haber estado allí, es en el lugar en el que más turistas he visto, en este predominó el idioma Inglés y el Mandarín quedó de lado, aunque debo aceptar que par mí todos los asiáticos son idénticos y por esto no podría definir que idioma hablan. Averiguando sobre como diferenciar a un japonés de un chino, la diferencia más cercana de la que se habla es la de la terminación de los ojos, los de los japoneses tienen una terminación hacia abajo y la de los chinos hacia arriba, interesante pero difícil de ver, aún tengo 10 días más para lograr averiguarlo.

Siguiendo con el tema con el que comencé, el safari de noche s podría resumir en una visita al zoológico pero no coo está uno acostumbrado a hacerlo, incluso es impresionante que los animales, como el león por ejemplo, algunos osos e incluso los leopardos (siendo estos animales peligrosos) no estaban encerrado en ninguna reja ni tenían ningún tipo de protección, en cualquier momento podían saltar y atacarnos, sin embargo, se dejaron admirar en todo su esplendor sin sobresaltarse por la presencia de tantas personas.

La primera de las advertencia fue, la de apagar el flash de las cámaras de fotografías, pues esto, si bien  lograría sacar una muy buena foto, iba a perturbar la tranquilidad de los animales y con tantas cámaras apuntando al mismo sitio a la vez, podían causar que estos reaccionaran bajo su instinto animal, lo cual no hubiera sido conveniente para nadie, todo esto hizo que si bien la cámara no capto muy bien a los animales, se convirtiera en una experiencia propia impidiendo en esta ocasión contarle al mundo por medio de las redes sociales y este blog, como es un safari de noche en Singapur.

Animales incluso inexistentes para mí hasta el momento en que los vi, algunos de lejos, otros dormidos y por supuesto algunos que en sus rostros me dejaban ver que se notaban confundidos por tantas personas mirándolos y tomándoles fotos, por más que no entiendas y puedan ya estar acostumbrados, se notan confundidos ante la mirada de las personas, que admiran las fantásticas creaciones animales, que además sin ninguna seguridad ni protección podrían saltar y comernos, convirtiéndose en un verdadero riesgo atractivo del recorrido, sin contar con la jaula de los murciélagos gigantes, en la que estos animales colgaban de las ramas de los arboles donde les habían colocado fruta para que comieran, con unas alas impresionantes, encima de nosotros y a centímetros podíamos ver como desplegaban sus inmensas alas, otros pasaban muy cerca de nosotros volando a la vez que oíamos sus chillidos en diferentes partes, impresionante o no fue un contacto extremo con la naturaleza, una experiencia que nadie puede dejar de hacer cuando visita Singapur.
  

  

sábado, 30 de julio de 2011

UN POCO DE ARTE EN LA CIUDAD DE LOS LEONES

La mañana del cuarto día comenzó siendo otro día más donde recorreríamos las calles de Singapur viendo gigantescas y modernas construcciones en una de las zonas de negocios más imponentes del mundo. Varias vueltas por diferentes sitios nos llevaron del museo de los guerreros de terracota hasta la zona de negocios y de ahí a un león (símbolo principal de singapur) que tiraba agua por la boca.

Y fue asi como apareció ante nuestros ojos uno de los símbolos más importante de esta isla, Merlion, una escultura gigante blanca con cara de león y cuerpo de pez, ubicada en una zona exclusiva, desde la cual se observa nuevamente el Marina BAy Sands, y que es el ícono de la isla de Singapur, impresionante e imperdible se vuelve un lugar visitado por miles de turistas al día que gracias a la temperatura quisieran poder meterse debajo de la boca del adorable leon y refrescarse con el agua que de ella sale.

Luego de caminar largas horas y seguir disfrutando de la avanzada arquitectura que proponen los edificios de la ciudad de los leones, se hizo de noche y el encuentro con el arte no se hizo esperar. En el museo de Arte y Ciencia se encuentran dos exposiciones que no se pueden perder, Salvador Dali y Vincent Van Gogh.

El expresionismo de Dalí y todas sus locuras, entre esas sus relojes derretido, había tenido la oportunidad de verlas antes en su museo ubicado en Tampa, FL, Estados Unidos, donde los cuadros de pared a pared se robaban la atención; por desgracia esta exposición a la que asistíamos emocionados para tener una clase de arte que  nos hiciera crecer más como personas resultó siendo más una instalación de algunas piezas y otras replicas de las pinturas más no las originales, lo cual fue decepcionante, sin embargo tener contacto nuevamente con el arte de Salvador Dalí fue algo que valió la pena hacerlo.

Por el lado de Vangogh fue similar, aunque esta por ser la exposición principal tenía un montaje de música y video excepcional que nos dio una idea del tipo de arte que él hacía. 


Van gogh siendo un pintor neerlandés, fue uno de los principales exponentes del posimpresionismo, sus pinturas fueron más de 900 cuadros entre los cuales por supuesto cuentan sus famosos autorretratos, sin embargo hasta después de su muerte la real calidad de su vida no fue reconocida y por tanto no se le proclamó en vida como uno de los grandes maestros de la pintura. Fue de gran influencia en el siglo XX para pintores impresionistas alemanes y gracias a las numerosas reproducciones de sus obras es que fueron conocidas, entre esas esta exposición que presenciamos nosotros en la que nos vimos envueltos de arte sonora y visual.

Al final del día una buena cena en un restaurante mexicano, con mucho picante y muchos sabor latino. A descansar y esperar uno de los planes más irresistibles de Singapur, el safar de noche, una experiencia única que no todo el mundo ha podido tener, aunque este plan será hasta mañana, día en el que completaremos 5 días alejados al otro lado del mundo.

viernes, 29 de julio de 2011

PISO 56


Imperdible, increíble pero cierto, desde el piso 56 de uno de los edificios más impresionantes de Singapur como lo es el Marina Bay Sands, se ve toda la isla, desde todos los puntos impensados y en ángulo considerables desde el cual se pueden apreciar varias cosas.

Por un lado, que Singapur es un país, que si bien podría verse como una simple isla, mueve un número impensado de comercio mundial, aéreo, terrestre y marítimo, el puerto con más de 100 barcos, al menos los que pude contar, esperado atracar para descargar los contenedores en el puerto, crean una visión totalmente industrial y una idea de la magnitud de mercado que llega de todas partes de oriente hasta esta isla donde se mueven gigantescos negocios.  

Girando un poco la visión, una parte que de solo pensar en estar ahí, me siento un humano miniatura, y donde seguramente se moverán todos los negocios del mundo, un complejo de solo gigantescos edificios, todos con figuras, formas diferentes, unos mas altos que otros; incluso ahora que lo pienso, y que doy un vistazo más desde el piso 56, hay una ausencia considerable de lo que en occidente le llamamos casas, y aunque seguro hay, los edificio las opacan por completo.

El calor no fue impedimento para dar un vistazo más y ver que más de 5 aviones aterrizan o despegan  por minuto, también el observar las autopistas desde arriba, me dio la idea de movilidad más ligera que hay concebido, los carros y las personas se movían con buen ritmo sin detenerse, en todos los sentidos y puntos cardinales sobre los cuales no hubiera agua claro está, mientras tanto al otro lado del majestuoso barco que une a las tres torres del Marina Bay Sands, los clientes del hotel, tomaban el sol y nadaban en la piscina interminable, llamada así porque además de estar en la cubierta del fantástico barco, fue diseñada de tal manera que el agua genera la sensación de nunca terminar y esto empatado con la visión del mar de la ciudad, genera un efecto asombroso, que si bien no es novedoso,  lo hace sentir a uno en el mismo punto donde el cielo y el mar se unen, como si estuviéramos en uno de los extremos de la tierra pudiendo casi tocar el cielo y sintiendo que estamos entre el mar, a pesar de ser una piscina.

Tomamos un cafe frío para calmar la sed del caluroso día, recordando el exquisito almuerzo que ya para esa hora habíamos digerido, que resulto curioso pero que poco a poco se comienza a volver común. Hace 4 días que no tomo un tenedor para comer y un cuchillo para cortar, los palos chinos se han vuelto bastante efectivos, comunes y sencillos de manejar.

 El almuerzo empezó viéndose extraño, paso por verse como un deliciosa sopa llena de muchas cosas y llegó hasta hacerme recordar los dibujos de manga. Para almorzar de una manera típica como lo hacían en el restaurante  FOOD REPUBLIC, debíamos primero elegir los ingredientes de nuestro almuerzo, lo más cercano y común que llegué a ver y a poner en mi plato fue un tomate, después de ahí pasaron muchas cosas raras por mis ojos, raíces de flores, flores de loto, huevos, bolas de pan, una que otra semilla y algunas cosas que tomé más por curiosidad; luego cortaban las cosas revolvían, ponían algo de caldo, raíces chinas y ya, sin ningún condimento, una deliciosa sopa, a comer con cuchara y con los palitos chinos. Una gran experiencia asiática que no podía dejar pasar de largo en el diario porque en realidad me marcó.    

miércoles, 27 de julio de 2011

Bajo un sol sofocante

Por la ventana del 26 piso del edificio en el que me alojo en Singapur la niebla del día, seguida por una fuerte lluvia me ciega la espectacular vista de la isla, después de unos mints de creer que el plan del día se ha echado a perder, el cielo se despeja, el agua deja de caer y con cámaras en mano es hora de salir a enfrentar el duro calor de la ciudad.

El encuentro con la cultura Asiática ha resultado interesante, tener que conservar la izquierda en lugar de la derecha es algo más que de educación y un encuentro subterráneo con la tecnología que absorbe a todos y cada uno de los habitantes de esta isla, eso es posible verlo en el metro cuando todos van con sus smartphones chinos, iphones y demás, alienándose completamente del mundo exterior del cual ellos quizás lo ven monótono y yo no por ser ajeno a este.

Finalmente después de media hora con este panorama y de que el metro saliera a la superficie y nos dejara ver parte de la ciudad, llegamos al jardín chino y japonés, un mismo jardín en el que confluían construcciones de estas dos grande culturas, desde pagodas impresionante hasta los animales del horóscopo japonés en los que claramente identifique que soy el conejo, agradable, inteligente y cariñoso.


Bajo un sol sofocante y sin ver el reloj ni por un momento, llegaron las 3 de la tarde, el hambre no había aparecido, quizás porque mi cuerpo no se ha adaptado aún o porque en serio fue interesante el jardín.  En todo caso, el día se fue volando, fuimos a almorzar algo suave y luego a caminar por una de las zonas de más comercio en Singapur Orchard Road al que de seguro volveremos a comprar de todo.

El día terminó con una cena India, en la que los sabores se mezclaron con el picante y me hicieron recordar otros bellos momentos en Colombia, en la que iba a comer este tipo de comida y se tornaban en momentos en los que la misma cultura de nosotros se volcaba a entender como comían aquellas personas de la India, ante lo que es increíble que por medio de las papilas gustativas se pueda acceder a tanto conocimiento, luego un helado, algo sencillo para cerrar, una buena charla sobre la segunda guerra mundial, regresar al departamento y a descansar para mañana arrancar otro día más en esta isla moderna.    

martes, 26 de julio de 2011

FIN DE SEMANA ETERNO & 1ST SINGAPORE SUSHI DAY

Hasta Washington todo parecía normal, las instrucciones las daban en Inglés y en Japonés, todo cambió cuando arribamos en Tokyo y anunciaron la cancelación del vuelo que tomaría yo en seguida hacia Singapur, en ese instante creo que todo me dio vueltas, alguna solución habría eso seguro... el tiempo pasaba; una, dos, tres (¿minutos?), No, horas.  Al fin, reembarcarse en otro avión era la solución, parecía fácil, pero no lo iba a ser. El viaje resultaba lo suficiente agotador como para tener que ir hasta el otro aeropuerto de Tokyo, el Haneda Airport y tomar otro avión, para ello tendría que pasar por inmigración, retirar mi equipaje y un bus nos llevaría hasta allá y allí hacer todo el proceso nuevamente reembarcarme a mi destino final del cual ya me había retrasado medio día de más, si pensaba llegar a la media noche a Singapur, a esa hora recién estaría tomando el avión y llegando ahora a las 6 am.

La adaptación al uso horario, recuerdo que no me había dado duro, y recién llegado en la mañana quise dormir un par de horas, ya que llevaba muchas sin reposar sobre una cama, pero no lo logré, así que procedimos a desayunar, mi cerebro quiso confundirse pero no lo dejé, luego algo no tan agradable se presentó ante nosotros, la idea de ir a apoyar la burocracia de este país, que debe ser igual a la de todos, para esto se nos encomendó la misión de ir a pedir la visa para poder ir a conocer Malasia y aunque fue más fácil de lo que pensé, ahora ando indocumentado hasta el día viernes, pero bueno no importa.

EL clima me agobia por momentos, un calor intenso con una humedad muy alta seguro, el cielo nublado no hace que la belleza del lugar se pierda y los grandes edificios hacen su aparición ante el lente de mi cámara. Primera montada en metro que tiene el mismo funcionamiento que los demás en el mundo, pero además una primera lección de la cual nos damos cuenta con solo mirar y que me lo confirma un aviso que dice "gracias por conservar su izquierda", diferente o no, ahora no solo tenia que mi cerebro acomodarse a desayunar, cuando en realidad debía estar cenando y cenar cuando debería desayunar, sino además a caminar por mi izquierda para dar paso por la derecha, lo más difícil en las escaleras eléctricas, sin embargo los residentes nos entienden, como buenos turistas, que desde lejos se ve que somos.

Después de caminar por un complejo de centros comerciales subterráneo y perdernos varias veces, ver tiendas de todos los colores, marcas y clases, hemos decidido ir a comer sushi en una barra libre, hasta el momento una de las cosas que más me han causado emoción. Los platos con pociones pequeñas de sushi, dando vuelta sobre una plataforma chica en frente de una mesa y de las sillas donde nos sentamos, cada uno con un valor de 1.80 dólares singapurienses; debo decir que los colores y después los sabores más extraños comenzaron a aparecer ante mi vista y luego en mi boca, sushis de todo tipo, d todos los colores y formas. Después de 11 platos de sushi, dos cocacolas y un té verde, fue suficiente para abandonar el sitio y continuar la caminata del día.

En la noche fuimos a una tienda gigantesca de má de 6 niveles de solo tecnología, todos los productos, todas las marcas posibles y por tanto todo tipo de precios, para llegar hasta ahí tuvimos que pasar por Bugi Street, una feria en la cual no se podía ni andar, cantidades de personas por una calle muy estrecha en la que de lado a lado habían solo tiendas de comida típica, con diferentes jugos, uno de esos no tan agradable ni de sabor, ni de olor, el jugo de durian, una fruta con un olor que se siente a cuadras y un sabor bastante penetrante que no deja pasar saliva de manera agradable.

En ese momento de la noche, los ojos me pesaban y el cuerpo pedía descansar, la cena fue sencilla y a dormir se dijo, en hora de singapur era hora de descansar para amanecer en horario y aprovechar el segundo día en la tierra de los leones.

sábado, 23 de julio de 2011

Cambio de rostros

Desde que parti de Buenos Aires, sentía como se quedaba parte de esa nueva vida que he escogido vivir, irremediablemente a miles de kilómetros de distancia estaré más o menos 15 días en la ciudad de los leones como es llamada Singapur.

El viaje es largo, en tiempo, en distancia y en espera, en pensamiento y en escritura parece que también, estoy consiguiendo hacer esta entrada gracias a la tecnología del Wi-fi que hoy por hoy se hace necesaria en todo lado para poder tener acceso al mundo virtual.
No poder dormir, debe ser una de las situaciones más fastidiosas en la vida, durante, antes y después, la primera etapa consiste en el desespero exhaustivo por no poder conciliar el sueño, la segunda por pensar que va a pasar si no se logra conciliar ese sueño y luego de esto viene la peor, darse cuenta que uno no ha dormido nada y que debe seguir un camino largo y por tanto un día interminable, eso es precisamente lo que he sentido desde que me baje del primero de 3 aviones que debo abordar para llegar a Singapur.

Cuando sali de Buenos Aires, los rostros eran blancos con rasgos europeos, de cabellos rubios la mayoría, hablaban dos idiomas, español argentino e Inglés, por suerte entendía los dos, del primer avion una cantidad considerable se desprendió y pude ver como a muchos el ingles los dominaba, los sonidos de los altavoces y de los oficiales de migración les eran desconocidos y los nervios los traicionaban y menos entendían, muchos necesitaron ayuda; luego de esa revisión exhaustiva en la que casi lo desvisten a uno y comenzando a contar: billetera, correa, celular, saco, monedas, notebook afuera de la maleta  zapatos de todo el mundo (por un momento el olor del ambiente se transformo), tanta revisión genera incomodidad sin embargo el que nada debe, nada teme y si alguien debía pudo ser descubierto o pasar desapercibido.

Gracias a la excelente señalización de los aeropuertos en Estados Unidos, no fue complicado llegar a la sala de espera del próximo vuelo, este con destino a Tokyo, me senté en la sala, no sin antes confirmar que era la correcta, porque ya me había sucedido, iba caminando hacia la sala que pensaba y resulto ser otro vuelo a la misma hora y para el mismo lugar, en fin sin desviarme del tema, después de estar en la sala correcta, subí la mirada y los rostros habían cambiado por completo, la mayoría pasaron de ser blancos a negros y los blancos que quedaban pasaron a ser de ojos rasgados y cabellos oscuro, no hallo el momento en que las instrucciones las dejen de dar en Español y ahora solo se limiten al Inglés y al Japones.

Definitivamente, voy para el otro lado del mundo, nuevamente.

viernes, 22 de julio de 2011

Antes la ciudad de los Faraones ahora la ciudad de los Leones

En el 2007 tuve la oportunidad de ir a conocer esas tierras tan ya exploradas por miles de personas, Egipto, conocer las ruinas, templos de faraones, viajar por el rio Nilo y por supuesto conocer las tan famosas y maravillosas pirámides, durante ese viaje escribí un diario que fue consignado en este blog, era la primera vez que viajaba al otro lado del mundo y por eso, esto fue una gran novedad para mi.

Para ver el inicio del diario de Egipto solo es necesario dar click en: http://juliangonzo.blogspot.com/2007/06/en-madrid.html

Hoy 22 de Julio de 2011, habiendo terminado con éxito mi carrera de Comunicador Social en Bogotá y habiendo iniciado mi Maestria en Cine Documental en Buenos Aires parto en un nuevo y largo viaje, esta vez hacia Singapur,  que no es más que una isla situada al sur del Estado de Johor en la Península de Malasia y al norte de las islas Riau de Indonesia, separada de éstas por un estrecho. , es el país más pequeño del Sudeste de Asia con 707,1 km² 

Singapur es el cuarto centro financiero más importante del mundo, y juega un papel muy importante en el comercio internacional y la economía mundial. Además, es el segundo país con más densidad de población en el mundo, después de Mónaco.
En sánscrito singha significa león, y pura, ciudad, por lo que Singapur se traduce por ciudad de los leones.
Después de ubicarnos un poco en el contexto historico - geográfico, debo comenzar este diario diciendo que será un viaje muy largo, que las maletas ya están listas y que en poco instantes iré camino al aeropuerto. Muy pronto estaré escribiendo desde otro lugar del mundo.

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domingo, 17 de julio de 2011

Harry Potter, la telenovela

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Y finalmente, el momento del final de la saga de Harry Potter llegó. Leer los libros, esperar cada estreno, ser asistente asiduo y adentrarnos en un mundo de magia que tenía sus visos de realidad fue la tarea que millones de personas alrededor del mundo asumieron sin problema alguno, pero como todo, hasta la misma vida, tiene un final, un final que yo califico como final de telenovela, después de aparecer el título de "19 años después" vemos en pantalla gigante un mal casting de un Harry Potter que no hubiera funcionado como tal y sobre el cual presumimos los asistentes a la película  es el hijo, acto seguido aparecen más niños y luego la figura mal envejecida de Harry Potter, agarrada de su brazo la hermana de Ron y los dos con cara de orgullo porque sus hijos irán a la escuela de magia igual que ellos, segundos después hacen su aparición los personajes de Ron, Hermione y Draco, todos casados y con descendientes pero que ni el maquillaje, ni el vestuario y mucho menos la actitud los hizo ver como personas adultas.

En este punto debo aceptar que el último libro no lo leí y no sé como J.K. Rowlling finalizo la historia del joven, ahora adulto Harry, cuyo hijo, al menos en la película, es una mala copia de él, con un nombre en honor a Dumbledor y Snape, lo que si puedo asegurar es, que si en el libro dejó un final que eternizara a los personajes dejando su semilla en el mundo y haciendo que vivieran una vida como adultos, tuvo que haber puesto muchas más situaciones que la que se puede ver antes de que el título de fin aparezca sobre negro en la pantalla del cine.

En la película claramente eligieron esa escena como la final porque era la forma más sencilla de cerrar la saga de una manera cíclica y recordarle al público la primera vez que Harry fue a la escuela, pero para tan majestuosa producción que tuvo "Las reliquias de la muerte, Parte 2" se queda corta, para mí la película debió terminar en la escena anterior sin que apareciera esa leyenda telenovelesca, o incluso de otra manera que no fuese tan simple, sin embargo, es la producción más esperada del año y la recomendación número uno de estas vacaciones.

Aún recuerdo cuando tuve en mis manos el primer libro de Harry Potter y luego cuando vi la película fue genial ver ese mundo mágico creado por alguien que pensó en cada detalle del mundo real y lo modificó para el mundo de Harry Potter, los personajes película tras película crecían no solamente de estatura sino también de manera intelectual, daban lecciones de vida y tan humanos como mágicos, sentían, lloraban, sufrían, comían, se bañaban, sudaban y en esta última parte amaron con mucha fuerza, nunca dejaron de ser humanos y siempre sorprendían, Harry siendo el protagonista no opacaba a personajes secundarios que siempre salían a la luz de alguna u otra manera y aunque con poca participación después la interferencia de personajes como Hagrid, Longbotton entre otros, definieron la historia y la hicieron más cercana a la realidad de lo que otras lo han hecho o intentado hacer.

Fue curioso, pero en todas las películas pasó, hubo momentos de emoción en los que incluso yo me alegraba por los triunfos, sin embargo, solo estas dos últimas películas tuve la oportunidad de verlas acá en Buenos Aires y como siempre, uno comienza a fijarse en esas particularidades de los Argentinos, una que sinceramente no esperaba encontrar fue que en esos momentos álgidos de la película, por ejemplo cuando la madre de Ron derrota a Bellatrix, todo el teatro, con excepciones claro está, aplaudieron, es cierto que a mi me emocionó, pero no estaba viendo una puesta en escena teatral, sin embargo, creo que mi mente se unió al aplauso en un estado de emoción que no solo contenía fascinación por lo que veía sino una cierta nostalgia de ver que la saga finalizaba y el momento esperado por todos desde hacia ya varios años llegaba a su fin.

Las salas de cine al rededor del mundo extrañarán los numerosos rios de gente entrando a ver al joven mago, que ya creció, se volvió famoso y se llenó de dinero gracias a sus fieles seguidores, entre esos, yo, pero de seguro un inventó cercano llenara el vacío en las salas de cine, pero Harry Potter siempre será el niño que vivió y mucha más gente lo verá y se comentará, no tiene remplazo similar, una historia única que hizo soñar, reír, odiar, pero ante todo, sentir.

viernes, 15 de julio de 2011

Hay que creer en el pronostico del tiempo


Llegar a Buenos Aires después de vivir en una ciudad como Bogotá en la que el clima es tan variante, en la que no se sabe si el sol que se ve en el cielo en verdad está calentando, o mejor aún preguntarse ¿Cuánto falta para que nubes grises cierren el cielo y una fuerte lluvia avance poco a poco por toda la ciudad?, volviendo un caos el tráfico, que de por sí no anda; y llegar a vivir a una ciudad el doble de grande con las 4 estaciones bien marcadas.
Llegar en el verano fue interesante, poca ropa lucia en la gente, personas descalzas en los parques a la buena del sol extrañando la playa que en la capital federal no se ve ni se siente; la temperatura llegó a estar en 40º con un 80% de humedad, el ventilador tiraba aire caliente mientras en la ciudad de los buenos aires, el sofocante y denso aire no dejaba respirar.


Luego, el otoño me hizo recordar la temperatura de mi ciudad natal y sacar el guarda ropa restante que no había utilizado durante 3 meses, era raro no saber si hacia frio o calor, ver las hojas secas caer de los árboles, una clara referencia que tenía de lo que presumía como otoño y un anuncio de un frio infernal que se venía. Finalmente llegó el invierno y la temperatura bajó radicalmente, tuve que comprar ropas para cubrir mis orejas y hasta mis manos, comenzar a usar sacos y chaquetas y a pesar de toda la ropa posible que podría encontrar el frío me llegaba hasta los huesos sin censura alguna.


De ver televisión en las mañanas aprendí que hay que creer en el pronóstico del tiempo, después de  que efectivamente las recomendaciones que allí daban era mejor seguirlas que pasarlas por obvias. Ahora mismo, estando en mitad del invierno ha comenzado a subir la temperatura según dicen asemejándose a un clima primaveral (estación que aún no conozco), para todos los que como yo no estamos acostumbrados a cambios de clima tan drásticos, el pasar de casi llegar a grados bajo cero a una temperatura de 18º en invierno fue como una luz de esperanza que nos hizo relajar y tomar impulso, sin embargo, después nos enteramos de aquella noticia que a modo de mito explicaba este fenómeno: el avistamiento de la tormenta de Santa Rosa, ahí me pregunté, ¿qué carajos es eso?


En coincidencia con la festividad de la patrona de Lima, este fenómeno que en realidad se manifiesta hacia finales de Agosto se caracteriza por que durante el invierno sube la temperatura de manera abrupta y hacia el 30 de Agosto vuelve a bajar, se intensifican los vientos, comienzan las lluvias fuertes y por lo tanto diferentes tormentas, a veces de manera intensas y en otras no tanto, todo depende como siempre del otro fenómeno que se vive hoy gracias a la mano del hombre sobre la naturaleza, llamado cambio climático.


Mientras la temperatura sigue estable, creo ser consiente de seguir en invierno y de esperar la llegada de este mito de tormenta que cada año circunda los finales del mes de Agosto, reafirmando nuevamente el poder de la naturaleza y dando paso a la única estación de la que solo tengo referencias florales, pero que como todas las otras quiero vivir y de ahí vuelve y comienza, el guarda ropa se re inventará, los cambios de humor están a la orden del día, el calor me incomoda y no me deja estar cómodo, además de mandarme al menos en dos ocasiones a la ducha para evitar problemas de salud, el otoño me alborota la alergia de la nariz y el invierno me parece la época perfecta para volverse un oso e hibernar solo o acompañado, dedicar un tiempo a escribir, leer, escuchar buena música.


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martes, 12 de julio de 2011

LO ÚLTIMO DE LOS 2 ULTIMOS AÑOS

Después de más de dos años de no publicar ni una sola palabra, me reencuentro con este blog que creé hace mucho tiempo, en el que he escrito de todo y para todos, desde cuentos hasta experiencias vividas a través del tiempo, que quedan en el tiempo, que fueron leídos, comentados y que claramente eran la representación de muchos sentimientos y pensamientos.

Comienzo por contar que ya me gradue de Comunicador Social con enfasis en medios audiovisuales y que actualmente vivo en Buenos Aires Argentina y curso mi maestría en cine.

A continuación el trailer de De-Generación el cortometraje de mi tesis que fue estrenado el año pasado (2010) en la Cinemateca Distrital en Bogotá. http://www.youtube.com/watch?v=Otp-8CswIPE&feature=channel_video_title

Ahora, una breve actualización de los avances en estos años, la tecnología ha seguido su curso invadiendo cada vez más nuestras vidas y las redes sociales se han hecho sentir.

(PREGUNTE POR EL PIN)
23950***
/juliangonzo07, auqnue es una red que en mi opinió genera muchos problemas como lo dije hace mucho en una entrada de este mismo blog, considero que sus puntos a favor tienen que ver con la inmediatez y con mostrarle al mundo lo que se nos antoje de la manera que mejor nos guste, ahora incluso con su videochat.

 @JulianGonzo recién se puso de moda, fue eso lo que me llevó a abrirlo y como a muchos les ha pasado, me aburrió, sin embargo, después de mucho tiempo de tener mi perfil creado le encontré su real utilidad, estar actualizado con las principales noticias del mundo, leer todas aquellas ideas sueltas que se les ocurre a mis seguidos y        seguidores, de donde salen incluso pensamientos interesantes y así mismo poder compartir los mios.

  /juliangonzo07 este canal siempre lo he tenido para poder publicar diferentes videos, entre esos el trailer del cortometraje de mi tesis y registros de conciertos a los que asisto.







Esta siemplemente es una entrada de regreso, con todas las maneras posibles de contacto, en las que constantemente estoy publicnado cosas sobre mí, solo faltaba el blog nuevamente que lo tenía demasiado descuidado y que la verdad es un espacio en el que la libertad de expresión no tiene límite.